Soy vegana desde hace más de 40 años, ¡y sí, sigo viva y coleando! 😄 Pero no creas que siempre fue así de sencillo. Todo comenzó cuando mi madre, harta de mis «trucos» para evitar la carne y el pescado, decidió rendirse ante la evidencia: simplemente, no podía hacerme comer nada que proviniera de un animal. No me gustaba la textura, ni el color, ni el sabor, ni el olor.

Me comía con gusto la coliflor, pero ¿un trozo de carne? ¡Imposible!

El truco que hacía para evitarlo era meter trozos pequeños de carne en los bolsillos y luego iba corriendo al baño para deshacerme de ella. El pescado… bueno, digamos que lo desmenuzaba tan bien que parecía que había pasado un ciclón por mi plato. 😏

Por aquel entonces, lo que hacía se llamaba ser ovolactovegetariana (qué palabra tan larga para una niña, ¿verdad?), porque aún comía huevos y queso.

Cuando mi madre me dejó por imposible, no era por ideología, es que, verdaderamente no lo soportaba.

Pero, con el tiempo, me di cuenta de que no era solo una cuestión de gustos o texturas. Tomé conciencia de la crueldad que había detrás de consumir carne y pescado y los diversos usos que se le dan a las diferentes partes de los animales. No quería formar parte de ese ciclo de explotación, y la idea de llevar un abrigo de piel que tan glamuroso me parecía de pequeña… se convirtió en una prueba más de la crueldad de esa explotación  ¡ni en sueños iba yo a llevar un abrigo de piel! 🦊❌

Así que, poco a poco, fui cambiando y el veganismo se convirtió en mi forma de vivir. Y lo curioso es que en esa época, nadie hablaba de «veganismo». ¡Yo ya lo practicaba antes de que fuera cool! 😎

Hoy, no solo vivo mi vida en armonía con la naturaleza, sino que trato de contagiar esta idea a todos los que puedo. Porque, seamos honestos, vivir sin comer animales no solo es posible, ¡es increíblemente gratificante! 🌍💚

Además, ahora soy distribuidora independiente de productos Ringana, que no solo son veganos, sino también frescos, sin aditivos y, lo más importante, libres de tóxicos. Porque si vamos a hacer las cosas bien, las hacemos bien del todo, ¿verdad? 😉

Mi objetivo es simple: ayudar a más personas a vivir de una manera más consciente, en equilibrio con el planeta y, por supuesto, con su propia salud. Porque, a ver, ¿quién necesita aditivos cuando tienes todo lo que necesitas directamente de la naturaleza? 🌿

Y por si te lo estás preguntando… sí, llevo más de 40 años sin comer animales, ¡y aquí estoy, más viva que nunca!

Si yo puedo, ¡tú también puedes! Vamos, que si me encontraste aquí, es porque ya estás dando el primer paso hacia una vida más verde, ética y saludable. 🌱✨

Pero, no te voy a intentar convencer de que te hagas vegano/a. Eso es algo que solo puedes decidir tú. Lo que si puedes en empezar por consumir los productos Ringana y beneficiarte de todas sus ventajas. 

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